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El dios Tot o Toth surge en el periodo tinita como la fusión de varias divinidades. Por un lado, asume los atributos de lah, El Disco Blanco, que se representaba como una momia, un disco y un creciente lunar. lah era el dirigente de la Casa de los Dioses en las Estrellas, función que también asumirá Tot.
Según el mito de la creación de Hermópolis, Toth representa los poderes mentales de Ra. Personifica la esencia del verbo divino, y llega a situarse a la cabeza de la ogdoada formada por cuatro parejas de ranas y serpientes.
Se considera que Tot fue el intermediario entre los dioses y el demiurgo. A el debían ser notificadas todas las órdenes para que las registrara y fueran cumplidas. Es el soberano del tiempo y el inventor del calendario: él calculaba los años y los apuntaba cuidadosamente con sus útiles de escritura. Por todo ello, se convirtió en patrono de los escribas, inventor de la escritura y de todo lo relacionado con las artes, las ciencias, las letras y la intelectualidad. A él se le atribuía la invención de las lenguas y de la palabra, distribuyéndolas según los pueblos. Gracias a su enorme conocimiento se le consideró Mago y patrono de aquellos que debían desempeñar tales disciplinas.
Tot es un dios vinculado con la luna es el que vigila el proceso lunar el contable del tiempo.
En algunas leyendas se le hace árbitro de la justicia. En cierta ocasión, la diosa Isis se presentó ante el tribunal de los dioses para defender a su hijo Horus, al que se acusaba de haber tenido prácticas homosexuales con Set. Mediante una serie de artimañas ella demostró que su hijo no había sido el elemento pasivo en esa unión sexual, hecho que aparece estigmatizado en la literatura egipcia, sino que, por el contrario, había sido Set. El tribunal llamó entonces al semen, que salió de la cabeza del dios malévolo, tomando la forma de Tot y declarando lo ocurrido.
Tot, sin embargo, era a los ojos del sacerdocio egipcio importante como registrador de las almas antes que Osiris. Sostuvo este oficio gracias a su conocimiento de las letras y su don de saber lo que era justo o equilibrado. Tenía el poder de enseñar la manera de pronunciar las palabras correctamente. Como ya se ha dicho, el modo de hablar, el tono en el que se pronunciaban las palabras, marcaban el éxito o el fracaso en los conjuros mágicos o las plegarias. Tot enseñó a los hombres este secreto, y esto era lo que los egipcios deseaban aprender. Las puertas del Duat se abrieron a los muertos mediante la fórmula de Tot, y fue protegido contra sus terrores.
Se creyó efectivamente que el Libro de los Muertos fue obra de Tot, así como el Libro de la Vida, una obra posterior. Los escritores griegos de las cosas egipcias imaginaban a Tot, a quien llamaban Trismegistos, o Hermes Tres Veces Grande, como la fuente principal de todo aprendizaje o sabiduría. Le atribuyeron la invención de las ciencias, de la astronomía y la astrología, las matemáticas, la geometría y la medicina. Según ellos, fueron cuarenta y dos los libros de Tot, y fueron divididos en seis clases, tratando sobre la ley y la teología, el servicio de los dioses, la historia, la geografía y la escritura, la astronomía y la astrología, los escritos religiosos y la medicina. Es casi seguro que la mayoría de este acopio de material fuera obra de los griegos alejan drinos, sofisticados por el antiguo saber egipcio.